Si tu empresa está formada por varios socios, la información de este blog es VITAL para asegurar la supervivencia de tu negocio, si ocurriera algún imprevisto y uno de tus socios no pudiera seguir ejerciendo sus funciones.
Si tu proyecto empresarial está constituido por varias personas, las posibilidades de que surja algún imprevisto aumentan. No pretendemos alarmarte; más bien queremos ayudarte a prever todos los posibles escenarios a los que tu empresa se podría enfrentar, para tenerlos contemplados. Y en base a ello, preparar una estrategia que permita que tu empresa siga funcionando y haga frente a cualquier situación adversa que se les plantee a sus directivos.
Para ponerte en situación, te voy a contar un caso real:
En una empresa familiar, uno de los accionistas fallece y las acciones las heredan sus hijos. Los demás socios, aparentemente, no quieren que los hijos del fallecido formen parte de ese proyecto empresarial; y por su parte, a los herederos, les gustaría vender sus acciones al resto de accionistas o a la propia empresa y así desentenderse. Pero ni la compañía ni los socios cuentan con la liquidez suficiente para hacerse cargo de esa compra.
Nos encontramos con una situación difícil de resolver, no sólo porque los implicados son familiares, sino porque no se han llegado a plantear nunca unas directrices de qué hacer con la empresa, en el caso de que alguno de los accionistas falte. En este caso, el traspaso de las acciones de los herederos a los demás socios está generando cierto conflicto, que se podría haber evitado si se hubiera elaborado con antelación un Plan de Continuidad que contemplara este escenario.
¿Cómo puedo asegurar la continuidad de una empresa propiedad de varios socios?
Cuando una empresa está instituida por varias personas (sean familiares o no), es muy importante contar con una estrategia que marque los pasos a seguir en caso de que uno de los socios no pueda ejercer sus funciones, y asegurar así la continuidad de la empresa, pese a las adversidades. A este plan de actuación se le conoce por varios nombres: Plan de Continuidad, Protocolo de Continuidad de Negocio, Plan de Contingencia, Protocolo de Contingencia, Protocolo familiar…
En cualquier caso, se trata de poner sobre papel las situaciones imprevistas a las que pueden enfrentarse los socios de una empresa, que les impedirían ejercer su función de forma parcial o total, detallando qué medidas se tomarán para afrontar esa circunstancia de crisis, y que no repercuta a la actividad empresarial.
¿En qué consiste un Plan de Continuidad de Negocio?
Lo primero, es realizar un análisis personalizado de la empresa, teniendo en cuenta el tipo de actividad que desarrolla y evaluar las funciones que ejerce cada miembro del equipo directivo y sus particularidades. Así tendremos una visión amplia de los imprevistos que podrían sobrevenir y pensar en cómo solventarlos.
Lo segundo y no menos importante es realizar una cuantificación y valoración de la empresa; contemplando el valor de sus acciones. Esta ponderación es aconsejable realizarla de forma periódica cada 2-5 años y actualizar los capitales, a medida que la empresa vaya evolucionando. Por este motivo decimos que este Protocolo es un documento que debemos mantener “vivo”, para que refleje la actualidad más inmediata de la empresa en todo momento.
Y según los datos y conclusiones extraídas de los dos estudios anteriores, se realizaría una propuesta de gestión de riesgos que asegure la permanencia de la actividad, permitiendo la continuación del legado empresarial. En esta propuesta, se incluirían, por ejemplo:
- Acuerdos de compra-venta, donde se detalla la compra o venta de participaciones del socio o accionista ausente, para una transición equitativa.
- Seguros de VIDA, que proporcionarán a la empresa los recursos financieros necesarios para facilitar esa compra de acciones.
- Planes de sucesión, identificando a los sucesores potenciales, tanto internos como externos, para tener prevista la continuidad de la empresa.
- Procedimientos Operativos y de Emergencia, donde se detallen las pautas de actuación para continuar con la actividad, la gestión financiera y facilitar tanto la toma de decisiones como la comunicación interna y externa.
Tipos de Proyectos de Continuidad
Los Proyectos de Continuidad no sólo se desarrollan en empresas formadas por varios familiares; las empresas que cuentan con varios socios al frente y que no tienen parentesco familiar entre ellos, también deberían de realizar este tipo de protocolos si quieren asegurarse su futuro, pese a lo que pueda sucederles a los demás socios. De hecho, existen varios tipos de proyectos de continuidad dependiendo de lo que se quiera evaluar:
- Plan de Continuidad de Negocio, es el más completo y cubre todos los aspectos; desde la infraestructura TIC, recursos humanos, sistemas de comunicación, logística, etc.
- Plan de Continuidad TIC, es específico para el entorno tecnológico de la empresa.
- Plan de Recuperación ante Desastres, está enfocado a la recuperación de la actividad tras una catástrofe natural específica.
¿Por qué debería elaborar un Plan de Contingencia para mi empresa?
Si tu empresa te importa, te aconsejo que elabores un Plan B que asegure el futuro de tu proyecto, siempre contando con el asesoramiento de expertos legales y financieros con experiencia en el tema. Para ello es fundamental que todos tus socios estén involucrados y el plan se cree con el consenso de todos. Si estás preparado para afrontar cualquier imprevisto que sacuda tu empresa, disfrutarás de:
- Claridad en la sucesión y en la toma de decisiones; evitarás ambigüedades o malentendidos y se tendrán muy claras las directrices a seguir en cada caso, asegurando la estabilidad operativa.
- Protección Legal y Financiera; impedirás disputas entre los herederos y los socios restantes, garantizando los intereses económicos de ambas partes.
- Aumentar la Confianza y los lazos a largo plazo entre tus clientes, tu equipo o tus proveedores puesto que respaldarás la continuidad del negocio.
Tu plan B para asegurar la supervivencia de tu empresa si alguno de tus socios no está presente de forma temporal o total, es realizar un Plan de Continuidad con Bravo y Cía.
Si mañana tú o alguno de tus socios ya no estáis, tu empresa, tus bienes y tu futuro podrían verse comprometidos. La falta de previsión de continuidad en tu negocio os traerá dolores de cabeza y confrontación de puntos de vista que podéis solucionar ahora, que aún estáis a tiempo.
Es hora de dejar que nuestro Plan B vele por la permanencia y estabilidad de vuestra empresa; es hora de invertir en tu futuro y asegurar tu legado y la tranquilidad de tu familia.
Para ayudarte en tu Plan de Continuidad, primero queremos conocerte mejor. Y para ello, te proponemos una asesoría gratuita de 30 minutos con Gloria y Ramón, donde les puedas contar tu caso y llegar a la solución para que tu empresa “viva” sin sobresaltos y siga funcionando, pase lo que pase.
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